Roger Esteller ha prologado el libro “Feliz en la incertidumbe. Bio-coaching para vivir” de Carme Hernández, un interesante volumen que nos enseña a afrontar el apasionante y poco certero viaje de la vida: 

«No sé lo que le podré parecer al mundo, pero a mí me parece como si hubiese sido un niño que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa de lo común, mientras que el inmenso océano de la verdad se extiende inexplorado frente a mí».

Hace más de 4 años, en el trance más oscuro de mi vida y sumido en el profundo pozo de la desesperación, llegó a mis oídos, por puro azar…o no… esta frase pronunciada por uno de los mayores genios de la historia de la humanidad, Sir Isaac Newton.

Con total seguridad, el sabio británico, el cual tuvo una vida entera dedicada al estudio y la investigación, no podía imaginar el efecto que tendría su cita en personas como yo, pero sin ninguna duda, esas simples cinco líneas dieron en el clavo de la cruz que en ese momento arrastraba en mi Calvario particular.

Existen situaciones cruciales en nuestras vidas que permanecen marcadas en nuestra memoria como puntos de inflexión que constituyen, al mismo tiempo, el fin de nuestro declive y el inicio de un esperanzador auge; siempre he creído que en ese instante entre el crepúsculo y el alba es cuando más tienden a ocurrir acontecimientos extraordinarios…

Navegar en la incertidumbre es, sencillamente un viaje mágico, de maravilloso autoconocimiento, en el que no existen más muros que los de nuestra propia imaginación; una Odisea de sentidos en el que prevalece el placer de la aventura por encima de la llegada a Ítaca.

Vivimos envueltos en creencias, enjaulados en tópicos absurdos que rigen nuestra existencia y que en demasiadas ocasiones se convierten en una Biblia personal que limita de manera definitiva nuestro potencial.

Este libro, del cual he tenido el inmenso honor y placer de realizar su prólogo, nos enseña cómo afrontar este apasionante viaje en el que el viento sopla bravo y nos impulsa hacia nuevos y desconocidos horizontes.

He gozado inmensamente su lectura, de la misma forma que sigo disfrutando de esta travesía en la incertidumbre en la que estoy inmerso, día tras día…día a día…

Roger Esteller